UN POCO DE HISTORIA
La cosmética es tan antigua como la Humanidad. Desde que el hombre y la mujer son conscientes de su propia imagen, surge el deseo de cambiarla o mejorarla. En principio los fines son rituales, ceremonias mágicas y religiosas, en que los magos, hechiceros o sacerdotes y a veces el pueblo, se decoraban con colores y dibujos simbólicos. Posteriormente en algunas culturas la cosmética como elemento de limpieza al mismo tiempo que de adorno adquiere gran importancia: egipcios, griegos, romanos. Tenemos como ejemplo el "kohol" egipcio, palabra que daría lugar a la de colirio, que era equivalente al "rimmel" de nuestro tiempo, y que tenía también una función antiséptica. Estaba compuesto de galena o malaquita finamente pulverizadas y mezcladas con grasas animales. El conocido "cold cream" que pervive hasta nuestros días durante casi dos mil años conservó la fórmula de Galeno (agua de rosas, lanolina, cera de abejas, etc.).
En la Edad Media la civilización occidental cayó en una total oscuridad, de la que no se salvó la cosmética, tanto decorativa como higiénica. Los árabes la conservaron en parte, sobre todo en el campo del perfume, que continuaron desarrollando y enriqueciendo. En el Renacimiento la cultura occidental incorporó el perfume y lo elevó a la categoría de arte durante los siglos XVII-XVIII, en que se sentaron las bases de la moderna perfumería.
Pese a esta decadencia, encontramos numerosas formulaciones en farmacopeas medievales y posteriores, muchas de las cuales, con un pretendido efecto medicinal, no tendrían en realidad una acción más que cosmética.
NACE LA DERMOFARMACIA
Ya en el siglo XIX comienza un nuevo interés por la higiene y los procedimientos industriales extienden y facilitan a las mujeres el uso de cosméticos. A lo largo del siglo las ciencias auxiliares de la cosmética experimentaron grandes avances, tanto técnicos e industriales como científicos. Los progresos en dermatología, fisiología y bioquímica permitieron conocer las estructuras, funciones y procesos que están implicados en el papel protector de la piel, y en la higiene y salud corporales. La sociedad actual exige una calidad de vida superior a la simple ausencia de enfermedad y el alivio del dolor, por ello el cuidado de la piel y el cabello, la prevención del envejecimiento prematuro se consideran parte del bienestar y salud.
ANATOMÍA DE LA PIEL
La piel es una membrana que recubre toda la superficie corporal cuya misión fundamental es presentar una barrera que protege al organismo en sus intercambios fisiológicos con el medio externo. Desde el punto de vista estructural está formada por dos capas superpuestas: una más externa, epidermis, y otra más interna, dermis, que se apoyan sobre una capa de tejido subcutáneo.
La dermis contiene una trama reticular de fibras de colágeno y elastina, sintetizadas en los fibroblastos, constituidas por haces de fibroproteinas de distinta composición. Son responsables de la flexibilidad y elasticidad de la piel, y su síntesis por el organismo disminuye con la edad.
A su vez la piel está recubierta por un manto hidrolipídico, de pH ácido, el famoso pH 5,5, emulsión de fase externa acuosa, procedente de la secreción sudoral y grasa de la dermis. El manto hidrolipídico mantiene la piel con su grado fisiológico de hidratación, impidiendo la desecación e irritación.
EL ENVEJECIMIENTO
Como resultado de la acción de los agentes externos, viento, radiaciones solares, variaciones de temperatura y grado de humedad ambiental, y asimismo, como consecuencia de la edad, se produce un envejecimiento de la piel, consistente en una progresiva deshidratación de la epidermis que llega a la dermis, y como consecuencia de la cual se ve afectada la síntesis y la estructura de las fibras de colágeno y elásticas, lo que se traduce en una pérdida de flexibilidad y elasticidad, descamaciones, surcos, arrugas, aspecto apergaminado, áspero...
TRATAMIENTO DERMOCOSMÉTICO
Para asegurar el papel de protección fisiológica de la piel y al mismo tiempo impedir un envejecimiento cutáneo prematuro es preciso incidir sobre los dos factores que intervienen en el proceso:
Mantener el nivel óptimo de hidratación de la piel, regenerando la emulsión hidrolipídica natural que actúa como barrera frente a los factores agresivos del entorno, y
Proporcionar a la dermis los elementos nutritivos necesarios para la síntesis y reparación de los componentes de la trama reticular que le proporcionan elasticidad, contractilidad y firmeza.
La dermofarmacia y la cosmética se están desarrollando de manera cada vez más rigurosa y científica. Las investigaciones revelan cada día nuevos factores implicados en los procesos que afectan a la piel. FA Farma Cosméticos incorpora continuamente nuevos principios activos de probada eficacia y seguridad, que junto con otros ya consolidados e igualmente seguros y eficaces, constituyen nuestra línea de cosmética dermofarmacéutica.
La cosmética es tan antigua como la Humanidad. Desde que el hombre y la mujer son conscientes de su propia imagen, surge el deseo de cambiarla o mejorarla. En principio los fines son rituales, ceremonias mágicas y religiosas, en que los magos, hechiceros o sacerdotes y a veces el pueblo, se decoraban con colores y dibujos simbólicos. Posteriormente en algunas culturas la cosmética como elemento de limpieza al mismo tiempo que de adorno adquiere gran importancia: egipcios, griegos, romanos. Tenemos como ejemplo el "kohol" egipcio, palabra que daría lugar a la de colirio, que era equivalente al "rimmel" de nuestro tiempo, y que tenía también una función antiséptica. Estaba compuesto de galena o malaquita finamente pulverizadas y mezcladas con grasas animales. El conocido "cold cream" que pervive hasta nuestros días durante casi dos mil años conservó la fórmula de Galeno (agua de rosas, lanolina, cera de abejas, etc.).
En la Edad Media la civilización occidental cayó en una total oscuridad, de la que no se salvó la cosmética, tanto decorativa como higiénica. Los árabes la conservaron en parte, sobre todo en el campo del perfume, que continuaron desarrollando y enriqueciendo. En el Renacimiento la cultura occidental incorporó el perfume y lo elevó a la categoría de arte durante los siglos XVII-XVIII, en que se sentaron las bases de la moderna perfumería.
Pese a esta decadencia, encontramos numerosas formulaciones en farmacopeas medievales y posteriores, muchas de las cuales, con un pretendido efecto medicinal, no tendrían en realidad una acción más que cosmética.
NACE LA DERMOFARMACIA
Ya en el siglo XIX comienza un nuevo interés por la higiene y los procedimientos industriales extienden y facilitan a las mujeres el uso de cosméticos. A lo largo del siglo las ciencias auxiliares de la cosmética experimentaron grandes avances, tanto técnicos e industriales como científicos. Los progresos en dermatología, fisiología y bioquímica permitieron conocer las estructuras, funciones y procesos que están implicados en el papel protector de la piel, y en la higiene y salud corporales. La sociedad actual exige una calidad de vida superior a la simple ausencia de enfermedad y el alivio del dolor, por ello el cuidado de la piel y el cabello, la prevención del envejecimiento prematuro se consideran parte del bienestar y salud.
ANATOMÍA DE LA PIEL
La piel es una membrana que recubre toda la superficie corporal cuya misión fundamental es presentar una barrera que protege al organismo en sus intercambios fisiológicos con el medio externo. Desde el punto de vista estructural está formada por dos capas superpuestas: una más externa, epidermis, y otra más interna, dermis, que se apoyan sobre una capa de tejido subcutáneo.
La dermis contiene una trama reticular de fibras de colágeno y elastina, sintetizadas en los fibroblastos, constituidas por haces de fibroproteinas de distinta composición. Son responsables de la flexibilidad y elasticidad de la piel, y su síntesis por el organismo disminuye con la edad.
A su vez la piel está recubierta por un manto hidrolipídico, de pH ácido, el famoso pH 5,5, emulsión de fase externa acuosa, procedente de la secreción sudoral y grasa de la dermis. El manto hidrolipídico mantiene la piel con su grado fisiológico de hidratación, impidiendo la desecación e irritación.
EL ENVEJECIMIENTO
Como resultado de la acción de los agentes externos, viento, radiaciones solares, variaciones de temperatura y grado de humedad ambiental, y asimismo, como consecuencia de la edad, se produce un envejecimiento de la piel, consistente en una progresiva deshidratación de la epidermis que llega a la dermis, y como consecuencia de la cual se ve afectada la síntesis y la estructura de las fibras de colágeno y elásticas, lo que se traduce en una pérdida de flexibilidad y elasticidad, descamaciones, surcos, arrugas, aspecto apergaminado, áspero...
TRATAMIENTO DERMOCOSMÉTICO
Para asegurar el papel de protección fisiológica de la piel y al mismo tiempo impedir un envejecimiento cutáneo prematuro es preciso incidir sobre los dos factores que intervienen en el proceso:
Mantener el nivel óptimo de hidratación de la piel, regenerando la emulsión hidrolipídica natural que actúa como barrera frente a los factores agresivos del entorno, y
Proporcionar a la dermis los elementos nutritivos necesarios para la síntesis y reparación de los componentes de la trama reticular que le proporcionan elasticidad, contractilidad y firmeza.
La dermofarmacia y la cosmética se están desarrollando de manera cada vez más rigurosa y científica. Las investigaciones revelan cada día nuevos factores implicados en los procesos que afectan a la piel. FA Farma Cosméticos incorpora continuamente nuevos principios activos de probada eficacia y seguridad, que junto con otros ya consolidados e igualmente seguros y eficaces, constituyen nuestra línea de cosmética dermofarmacéutica.